El Real Madrid, después de la tensión de la toda la temporada y la dura derrota frente al Barcelona, dejó la Liga hace tres partidos. El domingo no dio su mejor imagen, se mostró claramente inferior al Mallorca, que ganó con justicia. Además, era la despedida en el Bernabéu de la afición y la despedida de algunos jugadores en su campo, como Cannavaro, que estuvo saludando al público. Y creo que se juntó el hambre con las ganas de comer, porque al final se dejó un mal sabor de boca al aficionado que fue a ver el partido.
Pero el fútbol es así. El equipo está ya muy exprimido y se les está haciendo muy largo este final de temporada, más de lo que pensaban. Yo les aconsejaría que afronten con profesionalidad el último partido de Liga, porque todavía hay equipos que se juegan muchas cosas y hay que darlo todo hasta el final. Los jugadores deben retomar la ilusión por ganar cuanto antes.
Si nos vamos al Barcelona, curiosamente han perdido los dos partidos después de ganar la Liga. Han sacado a los suplentes, a jugadores del filial, y no es fácil ganar así. Esto demuestra que los grandes entrenadores, sin grandes jugadores, no lo son tanto. Porque, ¿qué hace el equipo, los jugadores o el entrenador?
En cuanto a los equipos que todavía se juegan algo en la última jornada de Liga, creo que el Atlético lo tiene muy fácil tras el maravilloso sprint final que ha hecho, con un espléndido Forlán, que puede conseguir la Bota de Oro. Viendo el resto de la Liga, creo que ganará seguro al Almería y conseguirá seguro ese cuarto puesto de Champions que todavía está por decidir. La UEFA no se les debería escapar a Villarreal y Valencia. Aunque el Deportivo va justo detrás, no creo que tenga la suerte de conseguir colarse en UEFA.
También está por decidir un último puesto de descenso. Al Osasuna le vale con el triunfo ante el Real Madrid, porque el Betis y Valladolid se enfrentan entre sí. El Sporting tambíen tiene una oportunidad única para mantenerse en Primera, y al Getafe le vale con un punto. Todavía queda emoción, porque la verdad es que todo es un poco incierto en esos puestos, y la diosa fortuna es caprichosa a veces, así que no se sabe lo que puede pasar.